Los martillos son una de las herramientas más esenciales en cualquier caja de herramientas y se caracterizan por una cabeza pesada montada en un mango. La función principal de un martillo es aplicar una fuerza de impacto a un objeto, lo que lo hace invaluable para tareas como clavar clavos en madera, dar forma a metal o romper objetos. Vienen en varios tipos, cada uno diseñado para aplicaciones específicas, desde el martillo de garra común, apto tanto para clavar clavos como para quitarlos, hasta el mazo, diseñado para trabajos de demolición pesados. Los martillos se construyen para durar y a menudo cuentan con materiales duraderos como acero endurecido para la cabeza y madera resistente, fibra de vidrio o acero para el mango.
Los usos principales de los martillos abarcan la construcción, la carpintería, la metalurgia y la demolición. Sus características están definidas por el peso de la cabeza, que puede variar para proporcionar más control o fuerza, y la forma de la superficie de golpe que puede ser plana para uso general o redondeada para dar forma al metal. Los mangos también están diseñados ergonómicamente para absorber los golpes y minimizar la fatiga del usuario. Numerosos fabricantes son conocidos por producir martillos de calidad, incluidos Stanley, Estwing y Stiletto.