Sensores ópticos: los fotodiodos son un tipo especializado de semiconductores que funcionan como detectores de luz y convierten la luz en señales eléctricas. Estos dispositivos son muy sensibles a la luz visible, infrarroja o ultravioleta, según el material utilizado para su construcción. La función principal de estos fotodiodos es medir la intensidad de la luz, lo que puede traducirse en una salida de voltaje precisa. Son un componente clave en muchos sistemas tecnológicos, desde la electrónica de consumo hasta la maquinaria industrial, debido a su papel incesante en la conversión de señales luminosas en datos digitales.
Los fotodiodos tienen una infinidad de aplicaciones específicas. Se pueden utilizar en sistemas de comunicación óptica, como la fibra óptica, para recibir señales transmitidas. Además, estos sensores sirven en máquinas que requieren medición de luz, como fotómetros, sistemas de prueba de células solares e incluso dispositivos médicos como oxímetros de pulso. Además, con sus rápidas tasas de respuesta, los fotodiodos se emplean a menudo en sistemas de seguridad como detectores de humo o sistemas de detección de intrusos. Las principales características de los sensores ópticos: fotodiodos incluyen un alto grado de sensibilidad a la luz, un tiempo de respuesta rápido y una mínima interferencia de ruido. Algunos fabricantes destacados de sensores ópticos (fotodiodos) incluyen Texas Instruments, Broadcom y Hamamatsu Photonics.