Un kit de termistor consta de un conjunto de termistores, que son un tipo de resistencia cuya resistencia cambia significativamente con la temperatura. La función principal de un termistor es medir los cambios de temperatura, lo que les permite actuar como sensores de temperatura. Se utilizan ampliamente en aplicaciones que requieren monitoreo y control precisos de la temperatura. Debido a su alta sensibilidad a los cambios de temperatura, los termistores pueden proporcionar lecturas rápidas y precisas, lo que los convierte en un componente esencial en muchos dispositivos electrónicos.
Los kits de termistores encuentran utilidad en diversos campos, como la electrónica de consumo, la industria automotriz, y dispositivos médicos. Son especialmente valorados por su capacidad de respuesta y precisión en la detección de temperatura, lo cual es fundamental en aplicaciones como termómetros digitales, baterías recargables (para monitorear los niveles de carga), sistemas de calefacción/ventilación/aire acondicionado (HVAC) y también en circuitos complejos donde la regulación de la temperatura es de suma importancia. Los principales fabricantes de kits de termistores incluyen Honeywell, Vishay y Murata, entre otros.