Los sistemas integrados en chip, comúnmente conocidos como SoC, son circuitos integrados que consolidan todos los componentes de una computadora u otros sistemas electrónicos en un solo chip compacto. La principal funcionalidad de un SoC es alojar la unidad central de procesamiento (CPU), la memoria, los puertos de entrada/salida y el almacenamiento secundario, todo en un sustrato o base singular, lo que permite diseños compactos y energéticamente eficientes. Esta potente integración permite que los SoC sean el "cerebro" de un dispositivo electrónico, gestionando el procesamiento de datos, las comunicaciones y las funciones de control con notable eficiencia.
Los SoC se utilizan principalmente en una gran variedad de dispositivos electrónicos, desde teléfonos inteligentes y tabletas hasta dispositivos portátiles y sistemas automotrices. Sus principales características incluyen su bajo consumo de energía, su pequeño factor de forma y su alta confiabilidad, lo que los hace ideales para aplicaciones portátiles y que requieren poco espacio. Este producto facilita el ecosistema de tecnología inteligente moderna y respalda la funcionalidad de los dispositivos de Internet de las cosas (IoT), los dispositivos domésticos inteligentes y los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) en los vehículos. Entre los fabricantes destacados especializados en la producción de sistemas integrados en chip (SoC) se incluyen Qualcomm, Apple, Samsung, Intel y MediaTek, entre otros.