Los reguladores de temperatura (mecánicos) son equipos diseñados con precisión para regular o mantener la temperatura de un sistema dentro de un rango específico. Su función principal consiste en monitorear constantemente la temperatura del sistema y realizar los ajustes necesarios para garantizar que se mantenga dentro de los límites estipulados. Esto a menudo se logra agregando o restando calor mediante procesos mecánicos, dependiendo de la temperatura actual del sistema versus la temperatura deseada. Por lo tanto, estos dispositivos desempeñan un papel fundamental en una amplia gama de aplicaciones donde el control de la temperatura es vital, contribuyendo a la eficiencia, la seguridad y el rendimiento general.
Estos reguladores de temperatura mecánicos se encuentran comúnmente en industrias como la fabricación, HVAC, refrigeración y muchos otros donde la consistencia de la temperatura es clave. Son conocidos por su alta confiabilidad, durabilidad y capacidad para soportar entornos desafiantes. Las instrucciones de uso específicas generalmente dependen de la naturaleza de la aplicación, pero generalmente implican establecer el rango de temperatura deseado y garantizar que el regulador esté conectado correctamente al sistema que se supone que debe controlar. Algunos fabricantes destacados de estos reguladores incluyen Honeywell International Inc., Johnson Controls y Schneider Electric.